
Raymundo Acosta. CEO Founder Learning&Development Collective
No sé si tú, pero yo echo de menos los días en que me sentaba en una sala de conferencias o en el salón de un hotel a tomar un café con leche y a mordisquear galletitas. Y, oh, cómo daba por sentado el hecho de estar en directo frente a la sala como presentador y facilitador.
Qué lujo poder leer la energía de la audiencia justo delante de ti, en el momento. ¿Se están quedando dormidos? ¿El vídeo se ha quedado corto? No se preocupe, cambie de marcha haciendo una rápida pareja y comparta con su vecino o envíelos a las esquinas de la sala para que hagan una lluvia de ideas en Post-its de gran tamaño.
Como líderes, presentadores y facilitadores en un mundo virtual, la responsabilidad de mantener la atención del público recae ahora en nosotros. En los últimos meses, todos hemos tenido que convertirnos en expertos en leer a nuestro público a través de las pantallas de ordenador de la ‘Tribu Brady’ conectada, presentando simultáneamente a una cámara mientras intentamos atraer las mentes y los corazones con nuestro contenido.
Y la empatía es el punto de partida.
Elevar la empatía, virtualmente
Según Gartner, este enfoque de las reuniones virtuales no va a cambiar pronto. De hecho, para 2024, la empresa de investigación estima que sólo el 25% de las reuniones de negocios se celebrarán cara a cara (en comparación con el 60% anterior a la pandemia).
Así que eso deja una gran mayoría de nuestras presentaciones, reuniones y sesiones de conferencias más importantes a un formato virtual. Si bien es posible que esté preparado para esto en términos de tecnología, ¿está totalmente preparado para las posibles implicaciones empresariales de cambiar permanentemente su cultura a este enfoque virtual? ¿Y lo están sus empleados y clientes?
Al igual que nadie quiere escuchar al presentador hablando de sí mismo en una audiencia en vivo, ciertamente no quieren un presentador egocéntrico virtualmente. Como dice Nancy Duarte en su libro ‘Resonate’ y además uno de los principiao que seguimos en nuestros entrenamientos sobre presentaciones en Learning&Development, “adopta una postura de humildad y deferencia hacia las necesidades de tu público. Comience la presentación desde un lugar compartido de entendimiento. Hazla sobre la audiencia”.
La empatía es el corazón de la creación de historias poderosas que educan, involucran y mueven a su público a la acción. Es la forma de asegurarse de que su público siga siendo el héroe de la historia, independientemente del formato en el que lo involucre.
3 claves para ganar corazones y mentes virtualmente
En su nuevo libro, Presenting Virtually: Communicate and Connect with Online Audiences, , Patti Sánchez, explora cómo las organizaciones de todos los tamaños pueden mejorar su capacidad para extender la empatía a sus audiencias, ya sean informes directos, colegas, líderes dentro de su organización o partes interesadas y clientes externos.
Ella afirma que tomarse el tiempo necesario por adelantado en las fases de planificación para comprender realmente a su público y sus necesidades es el primer paso fundamental para garantizar que su mensaje resuene. Al fin y al cabo, el público es el que decide en última instancia si recoge el mensaje y actúa. Cuando estés preparando tu próxima presentación o reunión virtual, te invito a que tengas en cuenta estas claves…
- Considere la nueva regla de oro
Muchos de nosotros llevamos recitando este adagio desde que aprendimos a atarnos los zapatos. Sin embargo, en el mundo actual, ya no basta con hacer a los demás lo que nos gustaría. Más bien decimos: “nunca hagas una presentación que no te gustaría ver”.
Ahora, Sánchez explica que los presentadores y líderes deben dar un paso más: “Nunca hagas una presentación que sea menos atractiva de lo que hubiera sido en persona”. Y eso significa poner las necesidades y experiencias de la audiencia en el centro de cada decisión que tomes, desde los temas clave de tu contenido hasta el formato de la presentación y la entrega. Visualizar tu presentación como una experiencia ayuda mucho.
- Póngase en su cabeza y en su corazón, no sólo en sus zapatos
Adoptar la perspectiva de su público, dice Sánchez, significa ir más allá de pensar simplemente en quiénes son sus audiencias o categorizarlas. En lugar de ello, anima a los presentadores a profundizar en la comprensión de cómo podría recibirse el contenido desde su punto de vista.
¿Cómo podría su público recibir o resistir su mensaje? ¿Cómo se sentirán? ¿Cómo se comportará? Este nivel de conocimiento te llevará a trazar un mapa de cómo puedes moverlos desde donde están hasta donde deseas llevarlos en tu presentación o reunión.
- Su entorno importa (mucho)
Admitámoslo, trabajar a distancia es tanto una bendición (puedes cambiar esa carga de ropa) como una maldición (los niños, el cartero y el chico del cable necesitan tu atención). Mientras que en la oficina sentíamos la presión de hacer varias cosas a la vez, ahora lo que está en juego es aún mayor. Mientras que durante una reunión en la oficina sólo teníamos uno o dos competidores (como leer el correo electrónico o trabajar en un proyecto), ahora podemos tener una docena de distractores (tanto personales como profesionales) que compiten por la atención de nuestra audiencia en entornos remotos.
Es fundamental que los presentadores tengan en cuenta el estilo de presentación necesario, así como la profundidad y el tipo de elementos visuales. Por ejemplo, ¿se verá la presentación en el momento con diapositivas? ¿Los que vean la versión grabada más tarde captarán el contenido con facilidad? ¿O todos van a ver una presentación pregrabada desde cualquier lugar?
“Todas estas situaciones conllevan barreras que pueden dificultar que tu audiencia se mantenga concentrada en ti”, Aprende a desarrollar estas habilidades en nuestro programa de presentaciones avanzadas. “Ser consciente de ello te permite planificar una presentación que sea más fácil de disfrutar para ellos y que merezca la pena su tiempo y esfuerzo”.
El paso más allá de la empatía
A medida que he ido navegando personalmente por esta época de trabajo a distancia, también he descubierto otro componente clave para conectar con mis equipos y clientes: la gracia. Ponernos en el corazón y en la mente de aquellos con los que queremos comunicarnos y, en última instancia, pasar a la acción, requiere que nosotros, como líderes, también evolucionemos.
El trabajo y la vida se entrelazan a un nivel completamente nuevo. Esta es quizás la lección más profunda que he descubierto al trabajar desde casa, especialmente cuando mi hijo de cinco años está cerca. Si nos concedemos a nosotros mismos, y a nuestros clientes y colegas, más gracia, podemos seguir apareciendo con autenticidad y hacer nuestro mejor trabajo mientras somos compasivos con las distracciones e interrupciones.
Me he dado cuenta de que la ironía de presentar y reunirse virtualmente no es que estemos desconectados unos de otros por culpa del ordenador. En cierto modo, estamos más íntimamente conectados que nunca. Podemos interactuar con nuestros clientes y colegas en sus cocinas, dormitorios y oficinas en casa. Tenemos un asiento en primera fila en sus vidas, con vistas a sus hijos, mascotas y cónyuges. Incluso a grandes distancias, estas interacciones íntimas son una oportunidad para estar más cerca.
Por eso, cuanto más auténticos seamos como presentadores y líderes, manteniéndonos abiertos y empáticos con nuestro público, más poderoso y atractivo será nuestro mensaje.
Tendremos que chocar los cinco virtualmente y proporcionar nuestras propias botanas.
Deja tu opinión y visita la pagina de nuestro programa Presentaciones Avanzadas, presentar virtualmente es una habilidad esencial para los ejecutivos en los años que siguen.