
Un buen gerente es tanto un entrenador como un consejero. Por lo general, el coaching debe preceder al asesoramiento.
Como entrenador, un gerente
- Identifica la necesidad de instrucción y dirección de un empleado
y esta necesidad suele estar directamente relacionada con su rendimiento o sus objetivos profesionales. El coaching es colaborativo. Se basa en el establecimiento de objetivos mutuos y progresivos, en la retroalimentación personal y en una relación continua de apoyo.
El coaching ayuda a retener a los empleados y a demostrar que se preocupa por ellos como individuos. Es mejor hacer coaching cuando se introduce un nuevo procedimiento, se cambia un puesto de trabajo o se identifica una carencia de habilidades.
Como asesor, un directivo
- Primero identifica un problema que interfiere en el rendimiento laboral de un empleado y luego le ayuda a definir específicamente qué comportamiento debe cambiar para mejorar su rendimiento o resolver un problema.
Así pues, la diferencia entre coach y consejero es sutil, pero importante. Y, como comparte Sharon Armstrong en su libro The Essential HR Handbook, un buen directivo que es a la vez coach y consejero:
- Motiva a los empleados para que hagan un buen trabajo
- Refuerza el buen rendimiento
- Anima a los empleados a esforzarse
- Establece expectativas claras
- Proporciona una retroalimentación positiva de forma continua
- Proporciona una retroalimentación constructiva de forma oportuna
- Reconoce el progreso de los empleados hacia sus objetivos
- COMPARTIR
- Etiquetas
- Coaching
- Asesoramiento
- Eric Jacobson sobre el liderazgo y la gestión
- Líderes
- Liderazgo
Déjame tus opiniones.