
En abril de 2017, el Papa Francisco se convirtió en la primera persona de su posición en dar una charla TED. De hecho me sorprende porque tan poca s personas saben esto la han visto. La charla TED del Papa Francisco, “Por qué el único futuro que vale la pena construir incluye a todo el mundo” se mostró en TED2017. Su apasionado mensaje resonó entre los oyentes y los espectadores.
Abordó preocupaciones que abarcan el género, la raza, la geografía, la perspectiva política y religiosa, y más. Al principio de su discurso, proporcionó un resumen de lo que iba a venir diciendo que “la vida se trata de interacciones”. La conexión y la empatía siguieron siendo el tema central y el impulso narrativo.
Creo que el aspecto más eficaz de la charla TED del Papa fue la estructura de su argumento. Su primer punto principal se centró en el “yo” de su argumento. En esta sección, toca los peligros de la autonomía y la independencia en un mundo totalmente conectado.
“Incluso el duro juicio que guardo en mi corazón contra mi hermano o mi hermana, la herida abierta que nunca se curó, la ofensa que nunca se perdonó, el rencor que sólo me va a perjudicar, son instancias de una lucha que llevo dentro de mí, una llamarada en lo más profundo de mi corazón que es necesario apagar antes de que arda en llamas, dejando sólo cenizas.”
A continuación, el Papa Francisco profundiza en su primer punto: la inclusión de otras personas en el panorama. El foco de atención se desplaza del individuo al grupo, al tiempo que proporciona sustancia a través de la historia a su segundo punto.

“Tenemos tanto que hacer, y debemos hacerlo juntos”
A partir de los temas de la compasión y el amor verdadero de la parábola del buen samaritano, el Papa pinta un cuadro de la humanidad de hoy. En el clima social actual, aquellos que son menos afortunados o que parecen diferentes a los ojos de la mayoría son rechazados y olvidados como el hombre maltratado y robado de la parábola.
Por último, el Papa Francisco amplía la situación y se enfrenta a la conectividad en su nivel más macro, a través de la lente de una revolución. Llamando a una “revolución de la ternura”, anima a la audiencia no sólo a verse a sí misma como parte de un colectivo, sino a hacer avanzar un movimiento con la influencia que puedan tener.
“El futuro de la humanidad no está exclusivamente en manos de los políticos, de los grandes líderes, de las grandes empresas. Sí, tienen una enorme responsabilidad. Pero el futuro está, sobre todo, en manos de aquellas personas que reconocen al otro como un ‘tú’ y a ellos mismos como parte de un ‘nosotros'”.
A lo largo de su discurso, el Papa cultivó un tono inspirador, al tiempo que transmitía un sentido de urgencia y esperanza. Lo que me parece más admirable de su mensaje fue su intrepidez a la hora de hacer algunos comentarios concretos. Desde su punto de vista sobre nuestro sistema tecnoeconómico, que sitúa los productos por encima de las personas, hasta la advertencia sobre el resultado del poder sin humildad y ternura, la convicción del Papa era evidente. Después de ver su charla TED, empecé a analizar cómo he tratado a los demás recientemente y reflexioné sobre las formas en que podría operar y reaccionar como un “nosotros” frente a un “yo”.