
Una de las cosas más importantes que puedes hacer como orador es estudiar a tu público. Se trata de un paso crucial para elaborar un mensaje que satisfaga las necesidades de quienes le van a escuchar. ¿Por qué? Porque te permite examinar de antemano cuáles son sus expectativas y preguntas, y asegurarte de que las abordas. Si no entiendes lo que tu público necesita de tu presentación, corres el riesgo de no acertar.
Antes del discurso
El análisis del público requiere tiempo e investigación. No es un paso que pueda saltarse. Antes de empezar a escribir una sola palabra, hazte algunas preguntas.
- ¿Quién va a asistir a mi presentación?
- ¿Por qué van a asistir?
- ¿Cómo afecta mi tema a la vida de mis oyentes?
- ¿Qué sabe ya mi público sobre este tema?
- ¿Qué sentimientos u opiniones puede tener mi público sobre este tema?
- ¿Hay algo en mi presentación que pueda resultar frustrante u ofensivo para mi público?
- ¿Qué porcentaje de la información que voy a presentar será nuevo para mi audiencia? ¿Y cómo debería afectar esto a mi contenido y ritmo?
- ¿Qué quiero que sepa y sienta mi público?
La Universidad de Pittsburg comparte un importante recordatorio: “La mayoría de los miembros de la audiencia son egocéntricos: generalmente están más interesados en las cosas que les afectan directamente a ellos o a su comunidad”. El análisis de la audiencia le permite descubrir lo que afecta a sus oyentes. Así que prepara tu contenido teniendo en cuenta a tu audiencia y lo que les interesa y afecta.
Durante el discurso
Una vez que hayas realizado el análisis de la audiencia entre bastidores, asegúrate de que eso sale a relucir en tu presentación. En otras palabras, demuestre que los conoce. Esto no tiene que ser muy extenso. Una simple frase o pregunta puede hacer que el público sepa que los has tenido en cuenta, sus puntos de vista y sus preguntas.
Toma este ejemplo del famoso discurso de Winston Churchill en tiempos de guerra “Sangre, trabajo, lágrimas y sudor”. En él, se dirige a la Cámara de los Comunes con la esperanza de inspirar a su pueblo a seguir luchando contra la Alemania nazi. Dice:
Ustedes preguntan, ¿Cuál es nuestra política? Yo digo que es hacer la guerra por tierra, mar y aire. Guerrear con todo nuestro poder y con toda la fuerza que Dios nos ha dado, y hacer la guerra contra una monstruosa tiranía nunca superada en el oscuro y lamentable catálogo de crímenes humanos. Esa es nuestra política.
Usted pregunta, ¿Cuál es nuestro objetivo? Puedo responder en una palabra. Es la victoria. Victoria a toda costa – Victoria a pesar de todos los terrores – Victoria, por muy largo y duro que sea el camino, porque sin victoria no hay supervivencia.
(Puede escuchar el audio de este discurso de 5 minutos aquí).
Utiliza preguntas sencillas, las que ha supuesto que el público podría hacer si se le diera la oportunidad. Luego responde con respuestas sencillas a esas preguntas imaginadas. De este modo, muestra al público que entiende sus preocupaciones. Y le da voz al público durante su discurso, aunque nunca escuchemos a nadie más que a él.
Cuando escribas contenidos, ten siempre presente a tu público. No te alejes demasiado de estas preguntas: ¿para quién es este mensaje? y, ¿cómo puedo adaptarlo a sus necesidades y expectativas?
El análisis de la audiencia es sólo uno de los componentes para dominar el arte de hablar en público. ¿Estás preparado para aprender a hacer tu próxima presentación con maestría? o si prefieres podemos trabajar contigo de manera personal en nuestro servicio de coaching a oradores.
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